Esta técnica innovadora, especialmente indicada para mujeres que padezcan patologías como dolor pélvico crónico, dismenorrea (dolor menstrual), síntomas menopáusicos o endometriosis, utiliza una corriente de bajos parámetros de intensidad para modular el sistema nervioso, sin necesidad de realizar ningún procedimiento invasivo.
Esto significa que, sin agujas ni incisiones, se logra estimular de forma sutil y controlada los nervios, ayudando a regular las funciones del organismo. La corriente se aplica mediante electrodos colocados en puntos estratégicos del cuerpo, y actúa promoviendo la autorregulación y el equilibrio interno del sistema nervioso, que es clave para el correcto funcionamiento de muchos órganos y sistemas.
Además, para quienes padecen síndrome premenstrual o alteraciones del ciclo menstrual, la neuromodulación no invasiva puede ser una ayuda complementaria para disminuir la intensidad de los síntomas.
La neuromodulación no invasiva NESA ayuda a reducir el dolor y mejorar el bienestar general sin interferir en los tratamientos médicos convencionales, lo cual es especialmente valioso para mujeres que buscan alternativas más naturales. Además, es eficaz para mejorar la calidad del sueño, reducir los niveles de estrés y mejorar el estado de ánimo, factores que afectan directamente la salud en general y la hormonal en particular.